Cuando después de meses, incluso hasta años, logras obtener una relación donde en el fondo sabes que hay amor, comprensión, ternura, en fin, muchas cosas que siempre habías buscado en una relación, pero hay algo que por más que quieras dejarlo atrás, que no quieres seguir teniéndolo como una sombra, atormentándote a todo momento. Estoy hablando del miedo, los miedos que traes arrastrando y que sabes que es lo que más va a llegar a afectar en la relación.
¿ Por qué los demonios, por más que quieras terminar con ellos, se aferran a ti? Cuando crees que todo está resuelto, existe el más mínimo detalle que te hace dudar, tener miedo inmediatamente y por más que intentas quitarlo, termina invadiendo aún más, tratando de no arruinar lo hermoso que estás construyendo junto con tu pareja.
La palabra clave es la "confianza" la confianza que tiene que existir ciegamente, hacía ti, hacía tu pareja, hacía todo lo que te rodea, respecto a la relación que tienes. Es difícil decir que todo va a pasar, que con solo dormir, todo ira tranquilo, mejorando, pero a mismo tiempo sabes que entre más tiempo pase, poco a poco vas debilitando lo que tanto te hace feliz.
El miedo y la desconfianza no van de la mano de la felicidad, entre más te inclines hacía uno más te vas alejando de la otra, suena fácil, pero lo difícil es inclinarte a la correcta, porque inclinarte hacía la felicidad, es difícil, pero fácil alejarte, mientras que lo otro, es fácil inclinarte hacía el miedo, pero difícil alejarte de ahí.
Siempre he dicho que el amor es la fuerza más poderosa y creo que ahí es la clave para salir adelante de la mejor manera, aférrate a eso, entrégate sin pensar en todo lo que puede ser, en todo lo que puede traer consigo, simplemente aferrarse al amor, no dudar, dar todo por no tener miedo, no desconfiar; CREER, eso es lo que más importa, creer en tu pareja, que pase todo lo que sea, pero sabiendo que no te dejaste llevar por algo malo, todo lo contrario, cambiaste esos miedos, esos fantasmas y te dejaste llevar, te entregaste plenamente, sin importar lo que pase después, cuanto tiempo dure.
Lo último que me queda por decir ahora no es solo para ustedes, si no, también un recordatorio para mi, para cada vez que el miedo me invada... ¡cree, confía, vive, lucha, pero sobre todo, AMA, ama profunda y plenamente!