Les ha pasado que, después de mucho tiempo de pedir tener ese grupo de amigas que ves en la tele y en las películas, que siempre están dispuestas para ti, siempre te van a apoyar, escuchar, seguir en las locuras más grandes, decirte cuando estés mal o estés bien, secaran tus lagrimas y te aplaudirán los triunfos, pero, que sobre todo, te van aceptar tal y como eres, por fin las encuentras en tu vida, y estás completamente segura de que llegaron para no irse, sientes que cuando estás con ellas, no necesitas nada más en tu vida, eres realmente feliz, plena, ¿¡COMPLETA!?
Todo va muy bien, más que bien, diría yo, sabes que estarías dispuesta a recibir cualquier cosa por ellas, pelearte contra lo que sea y quien sea, con tal de verlas bien, felices, juntas, con ellas te sientes fuerte, capaz de poder con todo, porque sabes que si algo sale mal, ellas siempre van a estar junto a ti, para levantarte por si te caes, evitar la caída, o celebrar contigo la victoria, porque también es de ellas, por el hecho que al igual que para ti, su felicidad es la tuya, y, la tuya es a su vez su felicidad.
Estás segura que nada ni nadie va a separar una amistad tan fuerte, tan unido, sabes que ese tipo de amistades duran años en formarse y te sientes afortunada de que en cuestión de meses, ustedes pudieran llegar a atener esa amistad, esa amistad que sabes que persona que sabe de ella y de como es, persona que se pone celosa y con envidia de la increíble amistad que se formo en un abrir y cerrar de ojos, que por más que te dicen que esa amistad puede acabar, porque "lo que inicia rápido, termina rápido" pero estas tan segura que es solo envidia que ignoras esos comentario, sigues siendo feliz con ellas y sintiéndote muy segura de su amistad y de que es de esas amistades que duraran para siempre, tal y como siempre lo habías soñado.
Pero bueno, que pasa cuando estás en la cima de esa amistad, como en una montaña rusa, en lo más alto, ¿Qué es lo que pasa después? ¡Claro!, viene la bajada la caída, y lo cierto es que, cuando más grande es la cima, más grande es la caída. Y en un abrir y cerrar de ojos te das cuneta que, todo lo que decían y te rehusabas a escuchar, de pronto se vuelve realidad, que esa amistad "infinita" se termina, pero sobre todo, que simplemente las personas que creías eran tus amigas y que las conocías a la perfección, realmente resultaron ser personas completamente distintas a como creías, a como imaginabas, a como querías que fueran.
¡Sí!, es uno de los golpes más grandes que te da la vida, el darte cuenta de que por las personas que estabas dispuesta a dar todo, en realidad, ellas no están dispuesta hacer ni una pizca por ti, que ni siquiera te dan la oportunidad de demostrarles, de que vean que la opción, decisión, es la que por el momento, te hace feliz, que no perjudicas a nadie, todo lo contrario, realmente te hace feliz, que lo único que necesitas es que te vean a los ojos y te digan "amiga, todo va salir bien y si no es así, no te preocupes, estaremos para ti, apoyándote en todo lo que decidas, pero lucha, lucha por tu felicidad".
Cuando por fin pones los pies en la tierra, te das cuenta que realmente las personas que menos creías que estarían para ti, lo están y que las personas que crees que estarían para ti incondicionalmente, en la primera, se van, dejando un dolor grande en el corazón, que solamente te hacen pensar, ¿Realmente existen las amistades verdaderas?